5 abr 2010

La casa de los Bhutto

Fatima Bhutto el domingo, en Delhi


El domingo pensaba ir a una charla de Fatima Bhutto, sobrina de la asesinada Benazir, también del fallecido en extrañas circunstancias Shahnawaz, e hija del tiroteado Muratza. Quería ir porque me parecía interesante y porque esperaba que su charla sobre la política dinástica consiguiera dar respuestas a algunas de mis preguntas, dado que me encontraba leyendo –y todavía me encuentro- el capítulo cinco del libro sobre la India “In spite of the gods”: “Long live the sycophants! The congress Party’s continuing love affair with the Nehru-Gandhi dynasty”. La India y Pakistán, pese a su rivalidad y diferencias, tienen alguna que otra cosa que comparten.

Además, por qué no admitirlo, tenía la curiosidad típica que despierta un culebrón: quería ver cómo era la rebelde de los Bhutto, la que no se puede ver con sus primos –ni con Bilawal, el actual líder del Partido Popular de Pakistán-, la que decía que Benazir Bhutto estaba bien como tía pero fatal como primera ministra paquistaní, y la que ha acusado al presidente Asif Ali Zardari -padre de Bilawal, viudo de Benazir- de haber sido responsable del asesinato de su padre. No está mal, ¿no?

Fui, vi, y aprendí algunas cosas.

Tengo que decir que, aunque comparto algunas opiniones de Fatima Bhutto, me dio la sensación de que su actitud transgresora respecto a su familia la ha hecho creer contar con una superioridad moral. No sabría decir cuánto es de real y cuánto es de pose intelectual, una reacción comprensible del escritor que quiere vender su nuevo libro, por otra parte. Esta foto que acompaña al texto está hecha rápida, como para no molestar al público asistente. Pero hay que decir que el gesto congelado de ella, altiva, –captado fatal y a medias- lo repitió varias veces. Respondió a las preguntas con cinismo, dando cortes, haciendo juegos de palabras pero sin argumentar… Se le perdona porque antes de la charla había dado demasiadas respuestas en entrevistas con la prensa, por la presentación de su libro “Songs of blood and sword”. Y quién sabe si el pasado puede hacerle a uno cínico: En su adolescencia, tras conocer el asesinato de su padre, se dice que llamó a Zardari preguntándole si sabía qué había pasado, y él le respondió con un escupitajo irónico, algo así como: “Ah… ¿no lo sabes? Lo han matado a tiros”. Zardari estuvo encarcelado un tiempo, cumpliendo condena por corrupción y por inducción al asesinato de un miembro de su familia, pero en la actualidad no tiene cargos.

Y después de la telenovela, pasamos a lo que vamos: La filosofía de Fatima es rechazar convertirse en heredera política, dar paso a las nuevas generaciones, poder decir lo que piensa desde su profesión como escritora, luchar por los partidos democráticos, y distanciarse de la corrupción y asesinatos que han envuelto a su familia. Lamentablemente, los Gandhi también tiene un poco de todo esto, aunque sin una Fatima.


1 comentario:

  1. Senyora Tramullas,

    Que fa molt q no escrius, i necessitem el delit de la teva prosa!

    Ha passat alguna cosa q t'impedeixi?

    Ant

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