19 abr 2010

Masala Olvido

Amigotes en el Qutub minar de Delhi



Alaska ha estado de visita oficial en Delhi dando una charla sobre la Movida madrileña apoyada por la proyección de “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón”, y también ofreciendo una sesión de música como pinchadiscos.

Después de dejarme sorprender por la locuacidad de la artista en inglés y, más aún, por su discurso, me vi obligada a ir a verla al frente de los platos. Sinceramente, la actividad organizada sonaba muy bien como entretenimiento de españoles, pero no daba un duro por la audiencia india.

(Antes de que la historia prosiga, como apunte cultural se ha de recordar que aquí las parejas no suelen mostrarse cariño en público. Sin embargo, los hombres, entre ellos, se tocan, caminan de la mano, cogidos por los dedos meñiques, o con el brazo sobre el hombro de su amigo… como señal de amistad. Hace pocos meses despenalizaron las relaciones homosexuales en la India. Aunque es un paso adelante para los derechos del colectivo, la sociedad va un paso por detrás y todavía no se percibe una reacción a esta medida: por la calle se sigue viendo lo mismo de poco que antes, excepto el cariño entre amigotes, claro).

Pues bien, Olvido mezcló temas de Britney Spears, MGMT, Alaska… bastante divertido. La verdadera movida, sin embargo, fue llegando a medida que pasaban las horas y el lugar se llenaba de indios homosexuales de Delhi y de otras partes del país. Estoy segura que la mayoría de ellos no sabrían traducir “tú y yo a la fiesta” ni “a quién le importa”, pero a juzgar por sus manos alzadas y sus caderas libres, sabían lo que significaba.

En un momento de la noche, fui al baño de chicas, que estaba custodiado por un vigilante. Pasé y, mientras hacía cola, entró un indio esquivando al vigilante. Se miró al espejo, se retocó el pelo, se ajustó un poco más la camiseta y se marchó. Durante los 30 segundos que debió durar esta visita al lavabo, la cara de circunstancias del vigilante -sin saber si decir algo y, aún más, qué decir- fue hilarante, de cámara oculta.

En esta burbuja aislada de la India se coló algo de masala (especias típicas del país). Pero en mi imaginación todo fue almodovariano porque el indio le habría contestado al vigilante en perfecto castellano de Chueca y con aliento a gazpacho: “Yo soy así, y así seguiré”.

1 comentario:

  1. m'agraden molt els teus dos últims posts, donen unes perspectives molt interessants de la societat índia. Segueix aquest camí, de vertitat. Mil petons, Nina :)

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